Arrancamos otra vez, esta vez para la cabecera noreste de la pista de aterrizaje. Hoy se nos sumó Miguel, un técnico que llegó junto a nosotros para trabajar tomando muestras de ozono para el servicio meteorológico. La bajada está complicada, el terreno está blando por la acción del sol, y Miguel lo sufre…tiene unos cuantos años mas que nosotros.
Al llegar abajo, nos enterramos en el barro casi hasta la rodilla, pero luego llegamos a la arena…al fin playa
En la playa, no había muchas chicas a pesar del lindo clima
pero por suerte había cerveza
también llegó un visitante inesperado
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