viernes, 10 de abril de 2015

‘Wearables deportivos’, una fiebre rentable que se viene....

fitbit
Durante el último año pulseras, relojes inteligentes, y otros dispositivos ‘que se visten’ han experimentado un crecimiento significativo, tanto, que se prevé una inversión superior a los 9 millones de euros en este mercado para el 2018. Así lo afirman los datos de la analista Statista; y parece no ir muy desencaminada pues el estudio de Samsung afirma que podrían venderse hasta 500 mil estas fiestas.
De hecho, durante el pasado mes y con la llegada de las navidades a la vuelta de la esquina, marcas y firmas tecnológicas de prestigio han apostado por este tipo de gadgets, y se han atrevido, incluso, a ir más allá. Los pendientes de monitorización del ejercicio físico, los Ear-O-Smart, constituyen un buen ejemplo de esta tendencia. Pero no son el único; de hecho y precisamente, el deporte es una de las grandes apuestas de los desarrolladores, que tratan de reinventarse y adaptarse a las necesidades y usos del consumidor -en el caso del deporte, a la fiebre del running, entre otros-. Repasemos algunas de las novedades del pasado trimestre del año:

Pulseras

Fitbit Charge y Fitbit Charge HR: registran los pasos dados, las calorías quemadas, las plantas escaladas y, en definitiva, monitorizan el ejercicio. La HR además, incluye luces LED y un monitor del ritmo cardíaco. ¿Su precio? Entre los 120 y 140 euros respectivamente.
Xiaomi MiBand: lo mejor de esta pulsera para controlar nuestras constantes es el precio: 10 euros. Además, su diseño es chulísimo, sofisticado y no tiene nada que ver con otros brazaletes con prestaciones similares. Es compatible tanto con iOS como con Android y tiene una autonomía de 30 horas en reposo, es resistente al agua y al polvo. Eso sí, solo se vende en China.
UP Move y UP3: dos pulseras muy distintas de Jawbone. La primera, con funciones básicas, está ideada para un público poco acostumbrado a este tipo de dispositivos, mientras que la UP3 es un brazalete Premium con luces LED, sistema de respuesta cutánea, pulsómetro, y medidor de la respiración. Además de con Android, también son compatibles con iOS.
Android Band: está ideada para el mundo del fitness, para registrar la frecuencia cardiaca y el sueño. Incluye asesor de voz, un GPS que guarda las rutas, un sensor de temperatura corporal y una pantalla táctil de 1,4 pulgadas. Es el primer brazalete de Microsoft y es capaz de funcionar con otros sistemas operativos como el de Apple y el Windows Phone 8.1. Cuesta 159 euros.

Relojes inteligentes

SPC Sport Bluetooth Watch: un reloj inteligente español y low cost –costará 50 euros– con MP3, cronómetro, pantalla táctil y conexión Bluetooth. Ideal si no quieres gastar mucho y prefieres apostar por las marcas nacionales. La misma firma tiene también sus brazalete-reloj SPC Fit Pro y otro smartwatch más. La primera cuenta los pasos, la distancia recorrida y calorías gastadas, y se puede comprar por unos 45 euros. El Smarwarth SPC Smartee 9600N es un poco más completo que el último de sus dispositivos de este tipo, pero también posee un precio mayor: ronda los 90 euros.
LG G Watch R: el último reloj en salir al mercado cuenta con un procesador Snadragon 400, 512GB de RAM, pulsómetro, barómetro, contador de pasos y brújula. Es compatible con teléfonos Android 4.3 y superior, a los que se conecta mediante Bluetooth. Está a la venta por 279 euros.
El Samsung Gear S: el reloj con pantalla curvada de los surcoreanos ofrece, además de los convencionales parámetros y funciones para monitorizar el ejercicio, conectividad 3G, WiFi y GPS. Incluye una ranura para tarjetas SIM. Es posible sincronizarlo con nuestro teléfono para recibir notificaciones, llamadas, mensajes y otra información, y sus esferas son intercambiables. Hasta funciona con reconocimiento de voz.
Moto 360: los de Motorola han decidido decantarse por un diseño circular, haciendo que elgadget tenga la apariencia de un reloj convencional y pueda vestirse en casi cualquier ocasión. Tiene 1,56 pulgadas, 512 GB de RAM y 4GB de almacenamiento interno. Incluye podómetro, monitor de ritmo cardiaco, la posibilidad de cargarlo inalámbricamente y una batería de 320 mAh.
Fitbit Surge: un reloj de 230 euros que incorpora, además de las prestaciones básicas de seguimiento y control de la actividad física, un GPS que puede registrar nuestras rutas favoritas.
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Otras ideas curiosas que podrían funcionar con Android

  • Ear-O-Smart: aunque es lo más probable pero todavía no se ha confirmado que funcionen con Android, los citados pendientes son una auténtica pieza de bisutería triangular de 16 milímetros que, pasando totalmente inadvertida, calcula la frecuencia cardíaca de quien los lleva, basándose en el flujo sanguíneo de la piel del lóbulo de la oreja. Una pasada, ¿verdad?
  • Powerlace Advanced: de las ideas más originales. Sin duda inspiradas en la segunda parte de Regreso al Futuro, estas deportivas se atan automáticamente, ajustándose a las características de cada pie. Se dice que, igual que en la película, Nike estaría trabajando en un prototipo.
  • First V1sion: un poco más sencillo pero muy útil, es una camiseta con cámara integrada que graba la visión subjetiva del deportista. Está enfocada para la retransmisión de eventos deportivos. Ponernos en la piel de nuestro futbolista preferido será posible.
  • Senso Track: este wearable funciona con independencia del smartphone ofrece servicios de control de la salud y propuestas de entrenamiento. Es decir, no necesitarás encender el teléfono para analizar los resultados del entrenamiento, etcétera.
  • Nixie: enfocado a la fotografía, esta pulsera dron es capaz de volar, perseguir al deportista, fotografiarle mientras hace ejercicio y, después, volver a su muñeca. Como en la Ciencia Ficción. Todavía se encuentra en pleno desarrollo y trata de conseguir financiación a través de la plataforma de Crowfunding Kickstarter.
Obviamente, los deportivos no son los únicos dispositivos de este tipo. Las gafas de realidad virtual -al margen de las Google Glass, Intel se encuentra trabajando en unas- los pensados para niños como el LG KizON -para conocer la localización del pequeño- o la tobillera Sproutling -que controla la calidad del sueño del bebé- son algunos más.
Aunque todavía no se conoce el futuro de este mercado y encontramos opiniones para todos los gustos -los hay que apuntan hacia una saturación y a la breve vida de los wearables, y otros que los consideran la mejor de las inversiones en el campo del retail y la moda- lo cierto es que su utilidad es innegable y que todavía tienen la capacidad de sorprendernos. Y no es poco

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